El arca de Noé está en Pontevedra

http://www.lavozdegalicia.es/pontevedra/2010/05/30/0003_8516333.htm

Autor: Susana Luaña

Los dueños de un halcón recuperado días después de su huida cuidan 4 aves de rapiña, perros, canarios, conejos y muchos animales más en Cova de Lobos

Un halcón de nombre Thor mantuvo en vilo en los últimos días a los vecinos de la comarca por la aventura que vivió cuando huyó de su casa en Cova de Lobos y no fue rescatado hasta días después cuando un vecino de Caldas lo encontró en su granja. Thor se recupera ahora en su hogar, acompañado de dos águilas y un cernícalo americano. Cuatro aves de rapiña que conviven con canarios, conejos, perros, pavos reales, gallinas y otros muchos animales más.

Sus dueños no saben cuántos tienen. Calculan que un centenar. El arca de Noé está en una vivienda de Cova de Lobos, en Cambados, a cargo de la familia González Portas. Evaristo González, el padre, ya se había criado rodeado de animales en su casa de A Modia, pero siempre le fascinaron las aves de presa. «Eu traballo na construcción e antes andaba por fóra, e non podía coidalos, pero dende hai cinco anos vin para casa e foi cando compramos o primeiro, un halcón lanario que logo morreu pola picadura dunha avespa. Morrreron máis, outros electrocutados, e agora temos catro».

Thor le roba protagonismo a sus compañeras por su aventura por tierras de O Salnés, pero en belleza todos ellos andan a la zaga. Reposa sus garras en los brazos de sus amos acompañado de una hembra de Harris americana, otra de cola roja y una cernícala americana. Evaristo contó en todo momento con la colaboración de su mujer, Moncha, a la que también le gustan los animales y que incluso acoge temporalmente a perros abandonados, echando una mano a la protectora de Cambados.

Cuidados

Los inquilinos de la casa precisan tal cantidad de cuidados que es necesario emplear dos horas diarias para tenerlos en condiciones. Pero en esa tarea está involucrada toda la familia. Noelia, la hija mayor, es la que tiene menos tiempo, porque tiene una librería que atender. A su hermana Belinda lo que menos le gusta es dar de comer a las aves de rapiña, «porque hai que darlles animais mortos e iso é desagradable», reconoce. Su hermano pequeño, Vani, echa una mano cuando puede, entre juego y estudios.

Evaristo y Moncha reconocen que lo de alimentar las aves de rapiña tiene su aquel, porque hay que comprar pollitos y ratones muertos que guardan en el congelador. Luego se descongelan y hay que quitarles los pelos, las plumas y las tripas. «O peor é o dos ratóns», reconoce la madre. A la alimentación se suman los controles veterinarios, la higiene diaria y el entrenamiento, un proceso lento, porque un ave de rapiña no se deja amaestrar; obedece solo por el instinto del apetito.

«Hai que saber exactamente que cantidade de comida se lles da, porque se non teñen fame, non obedecen». Evaristo dedica todo su tiempo libre al cuidado de los animales. «É unha paixón, porque outra afección non teño». Siente fascinación por los animales salvajes, y reconoce que «a miña ilusión é amestrar un lobo», aunque sabe que es difícil. Al oírlo resulta inevitable pensar en el topónimo del lugar, Cova de Lobos. «A avoa dicía que viña de que aquí houbera lobos, pero hai moito tempo », dice Noelia. Toda la familia pasa sus horas libres con las aves y demás mascotas, y cuando hay ferias medievales, suelen llevar al halcón y las águilas. «É bo que se acostumen á xente e ao ruído». Por eso en la huerta siempre está la radio encendida.

Semejante afición no les da dinero, más bien se lo quita. Aunque este año tienen pensado estrenarse en un concurso de cetrería que se va a celebrar en León, y allí sí hay premios. Ganen o no, a los González Portas se les ve felices con sus amigos. Como en su día Félix Rodríguez de la Fuente, el principal culpable de su afición. «Hai especies en perigo de extinción, como o lince, que se salvaron grazas a el -dice Evaristo-. E a el lle debo esa paixón polo lobo. Temos todos os deuvedés da serie que xa sei de memoria».

Salvan a una perra que dormía y parió en una tumba

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La protectora de animales de Cambados recibió esta semana la llamada de una vecina de Castrelo que pedía que fueran a recoger a una perra que llevaba días en el cementerio de la parroquia cambadesa. Según explicó la mujer a Olga Costa, presidenta de la protectora de animales, la perra llevaba más de una semana durmiendo al lado de una tumba.

Como era grande, la mujer al principio se asustó. Pero al día siguiente volvió y se la encontró de nuevo en el mismo lugar, y no solo no se enfrentó a la mujer, sino que cuando esta le ofreció agua y comida, la perra lo agradeció y, como dice Costa, «lo devoró con muchísimas ansias». La mujer pudo comprobar que estaba preñada, por lo que llamó a Olga Costa para ver si podían recogerla y llevarla al albergue.

Hasta la mañana de ayer, los socios de la protectora no pudieron acercarse al cementerio, y cuando lo hicieron, se encontraron con que la perra no estaba en el lugar habitual, dormida al lado de una tumba, pero sí muy cerca. Y estaba pariendo.

La presidenta de la protectora, ayudada por un socio llamado Gonzalo, cogió a la perra y a su cachorro y los metieron en un coche para llevarla al refugio de animales. «Y en el coche nació el segundo perrito. Iba conduciendo y sentía dos llantos diferentes», decía ayer una emocionada Olga Costa que describió a la madre como una «bonita y buena» mezcla de golden y pastor belga, que pesa unos 40 kilos y podría tener unos siete meses, por lo que debe ser su primer alumbramiento.

Tres cachorros,

«Ya en el albergue le preparamos una cama en una jaula y allí la instalamos. Le sacamos las garrapatas que tenía. Le volvimos a ayudar y nació el tercero. Ella estaba muy nerviosa y ansiosa, por lo que dejamos que la naturaleza hiciera el resto. Fue uno de los momentos más bonitos vividos, el nacimiento de un ser vivo, saber que gracias a nosotros esta perra y sus hijos gozarán de una nueva oportunidad y buscarles una nueva familia». Olga aseguraba que, pese a vivir rodeada de mascotas, era la primera vez que veía parir a una perra.

Por la experiencia de otros casos, la presidenta de la protectora sospecha que si la perra dormía al lado de una tumba debe de ser porque conocía a la persona fallecida; «o era su dueño o era alguien que lo cuidaba», asegura.

El refugio cambadés cumple 11 años

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El colectivo ha dado asilo durante este período a más de 3.500 perros y ha impedido que nacieran entre 7.000 y 10.000 canes que estarían condenados a vivir en la calle

El pasado 28 de abril de 1999 se fundaba el Refugio de Animales de Cambados, un pequeño oasis en el que las mascotas -prioritariamente perros- han encontrado desde entonces un hogar, un médico, un psicólogo y sobre todo una, o a veces, dos familias.

Olga Costa es el alma máter de la organización. Por sus manos han pasado miles de animales y de todos ellos guarda, por pequeño que sea, un recuerdo. Son como parte de su familia y transmite a sus socios esa pasión por el mundo de los que caminan sobre cuatro patas.

Echando la vista atrás recuerda que «pasaron xa 3.500 cans neste tempo polas nosas instalacións», un número realmente importante para una localidad como Cambados. Pero lo que sin duda más puede impactar es que «evitamos o nacemento de entre 7.000 e 10.000 cans máis, que poderían estar condeados á rúa, gracias á labor de esterilización que levamos a cabo no refuxio». Y es que una sola pareja de cánidos puede llegar a tener varias camadas que sumen hasta 30 cachorros en un solo año.

Pero la labor del refugio no se centra solo en esta parcela. El proceso es completo y comprende desde la recogida hasta la entrega final a los nuevos dueños, pasando por todas las fases intermedias de cuidado, papeleo burocrático y legal, identificación, denuncia si el caso lo requiere, y tratamiento.

Con recursos económicos muy limitados y con muchas ganas de hacer cosas salen adelante en Cambados. Agradecen, y mucho, la colaboración desinteresada de muchas personas anónimas, que poco a poco se han ido convirtiendo en miembros de la asociación.

De hecho, las nuevas tecnologías se han postulado últimamente como el mejor de los canales de información y avisos en tiempo real. Quizás uno de los casos más recientes y más sonados fuese el de Balto, un pit bull que apareció atado a un coche abandonado en el puerto de Tragove, con evidentes signos de violencia. Han pasado ya los veinte días de obligado cumplimiento, con lo que el perro es ya, a todos los efectos, del refugio. Se sigue buscando al dueño ideal y aunque ya hay muchos ofrecimientos para que cambie de aires y se vaya a Barcelona o Valencia, desde la protectora se prefiere que permanezca en Galicia para poder hacer un correcto seguimiento. Ahí, el Facebook ha sido uno de los grandes padrinos de Balto, pero también del colectivo cambadés, que sigue creciendo en número de socios y admiradores, como no podía ser de otra manera.

Otras especies

Pero no solo de perros vive el refugio. Durante estos once años han pisado estas instalaciones varios gatos, una iguana y hasta un burro. La forma de proceder con estas otras clases animales es siempre la misma. Se les brinda la atención prioritaria para que no sufran y para que se estabilicen, ya que suelen llegar en malas condiciones y acto seguido empiezan las gestiones para darles traslado a otros centros especializados.